La situación en Gaza se agrava, con la población enfrentando una escalada de violencia y temores que se hacen realidad. El subcoordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz advierte sobre las consecuencias catastróficas de las operaciones militares israelíes, que ya han causado más de 2,550 muertes desde julio. La hambruna en la región es considerada una catástrofe infligida, afectando a 2.1 millones de personas debido a restricciones en suministros esenciales. Urge un alto el fuego y medidas contundentes para restablecer un horizonte político y abordar la crisis humanitaria.
En Gaza, el 23 de agosto, se registraron disparos en un punto de distribución de agua de Médicos Sin Fronteras (MSF), lo que generó una situación crítica para quienes esperaban recibir agua potable. Helen Ottens-Patterson, responsable de proyectos de MSF en los Territorios Palestinos Ocupados, expresó su preocupación por la seguridad y la vida de las personas que intentan acceder a este recurso vital. Durante el tiroteo, una niña fue herida y varios miembros del personal lograron refugiarse. MSF condena la violencia y la privación deliberada de agua a la población, subrayando que no se puede aceptar que estos puntos humanitarios se conviertan en lugares peligrosos. La organización ha suspendido temporalmente la distribución de agua para proteger a su equipo y a la comunidad.
La ONU ha declarado oficialmente la hambruna en Gaza, describiéndola como un fracaso de la humanidad y un crimen de guerra. Más de medio millón de personas enfrentan inanición generalizada y muertes evitables, según un informe sobre seguridad alimentaria. El Secretario General António Guterres enfatiza que esta crisis es resultado del colapso deliberado de los sistemas esenciales para la supervivencia humana, instando a Israel a cumplir con sus obligaciones internacionales de garantizar el suministro de alimentos. La situación se agrava con pronósticos que indican que la hambruna se extenderá a más regiones de Gaza en las próximas semanas, mientras las agencias de la ONU piden un alto el fuego inmediato para facilitar la ayuda humanitaria. Esta es la primera vez que se confirma una hambruna en Medio Oriente, destacando la urgencia de una respuesta global ante esta catástrofe humanitaria.
Las autoridades israelíes están privando de agua a la población palestina en Gaza, lo que ha llevado a un aumento alarmante de enfermedades. Miles de personas se ven afectadas por la escasez de agua potable, con organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) dispuestas a aumentar el suministro, pero enfrentándose a bloqueos que impiden la importación de artículos esenciales para el tratamiento del agua. La situación se agrava debido a la destrucción de infraestructuras hídricas y ataques sistemáticos a plantas desalinizadoras. MSF hace un llamado urgente para que se levanten las restricciones y se permita el acceso al agua como un derecho humano fundamental.
En 2024, un alarmante total de 383 trabajadores humanitarios fueron asesinados, destacando que 181 de ellos perdieron la vida en Gaza, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Este aumento del 31% en comparación con el año anterior refleja una creciente violencia contra el personal humanitario, que también incluyó más de 300 heridos, 125 secuestrados y 45 detenidos. OCHA ha instado a la comunidad internacional a actuar urgentemente para poner fin a la impunidad y proteger a los civiles y al personal que trabaja en situaciones de crisis. La situación se mantiene crítica en 2025, con cifras preliminares que indican que hasta agosto ya han sido asesinados 265 trabajadores humanitarios.
El Dr. Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto en Gaza, denuncia el colapso del sistema sanitario en la Franja debido a la guerra y el asedio continuo. Con el 50% de los hospitales fuera de servicio y un aumento dramático en el número de pacientes, las instalaciones médicas están desbordadas. La falta de suministros esenciales y el hambre agravan la crisis, mientras que los ataques aéreos han dejado a miles de heridos sin atención adecuada. La situación es crítica, con un llamado urgente a un alto el fuego y acceso humanitario para salvar vidas.
El sistema de salud en Gaza enfrenta una crisis catastrófica, con hospitales operando a más del 200% de su capacidad y una alarmante escasez de medicamentos esenciales. La Organización Mundial de la Salud informa que menos de la mitad de los hospitales funcionan adecuadamente, mientras que el hambre y la desnutrición se agravan, afectando especialmente a niños menores de cinco años. Desde mayo, más de 1,600 personas han muerto debido a lesiones en zonas de distribución de alimentos militarizadas. Además, brotes de enfermedades como meningitis complican aún más la situación, con un acceso limitado a equipos médicos y suministros críticos. La comunidad internacional enfrenta obstáculos para proporcionar ayuda humanitaria efectiva en la región.
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La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha denunciado el ataque israelí al hospital Nasser en Gaza, que dejó al menos 20 muertos, incluidos cinco periodistas. Este hecho resalta la necesidad urgente de rendición de cuentas y justicia por los asesinatos de comunicadores en la región, donde desde el 7 de octubre de 2023 han sido asesinados al menos 247 periodistas palestinos. Las agencias humanitarias también advierten sobre la grave crisis alimentaria en Gaza y exigen la entrada de ayuda vital, subrayando que cada hora es crucial para salvar vidas.
Amande Bazerolle, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, advierte que la invasión militar en la ciudad de Gaza provocará un desastre humanitario total. Las fuerzas israelíes intensifican sus ataques, causando desplazamientos masivos y una crisis alimentaria severa. MSF denuncia la destrucción de infraestructura civil y la negación de acceso a alimentos y agua. La organización exige un alto al fuego inmediato para proteger a la población palestina atrapada en esta situación crítica.
La Organización de las Naciones Unidas ha confirmado por primera vez la existencia de hambruna en Gaza, afectando a más de medio millón de personas. La FAO, UNICEF, el PMA y la OMS han solicitado un alto el fuego inmediato y un acceso humanitario sin restricciones para frenar muertes por hambre y desnutrición. El informe destaca un aumento alarmante de la desnutrición infantil y una grave inseguridad alimentaria que podría extenderse a otras áreas. Las condiciones en Gaza se han deteriorado debido al conflicto prolongado, con escasez crítica de alimentos y recursos médicos. Las agencias instan a una respuesta humanitaria urgente para salvar vidas y restaurar la seguridad alimentaria en la región.
La situación en Gaza se agrava con intensos bombardeos aéreos y terrestres de Israel, que están causando una devastación masiva y un alto número de víctimas. La ONU, a través de su Secretario General António Guterres, ha reiterado la urgencia de un alto el fuego inmediato para evitar más muertes y destrucción. Además, Israel ha aprobado un proyecto de expansión de asentamientos en Cisjordania, lo que ha sido condenado por Guterres como una violación del derecho internacional. La crisis humanitaria se intensifica con un alarmante aumento de la desnutrición infantil en Gaza, donde los equipos de ayuda luchan por proporcionar asistencia en medio del conflicto.
La situación humanitaria en Gaza es crítica, con un alto riesgo de hambruna debido a las restricciones impuestas por el gobierno israelí sobre la entrada de ayuda humanitaria. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha advertido que las cantidades de ayuda permitidas son insuficientes para evitar una crisis alimentaria generalizada. Además, miles de palestinos se han visto obligados a desplazarse debido a los intensos ataques israelíes, enfrentando condiciones de vida extremadamente precarias y escasez de recursos esenciales como alimentos y agua. La ONU estima que al menos 1,35 millones de personas necesitan refugio, mientras que la búsqueda de ayuda se ha vuelto peligrosa, con numerosos palestinos asesinados en el proceso. Las organizaciones humanitarias enfrentan obstáculos significativos para proporcionar asistencia adecuada en medio del conflicto.
Más de 100 niños han muerto en Gaza debido a la desnutrición y el hambre, según informes de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos. Esta tragedia se suma a más de 40,000 niños que han sido reportados como muertos o heridos por bombardeos israelíes. La crisis humanitaria se agrava con un millón de niños traumatizados y sin acceso a educación, mientras que los centros de tratamiento de malnutrición en Gaza están saturados. Además, las condiciones de vida son precarias, con falta de refugio adecuado y problemas de saneamiento y agua potable.
La crisis humanitaria en Yemen se agrava, con un aumento de la inestabilidad regional tras los recientes ataques hutíes a Israel y buques comerciales en el Mar Rojo. El enviado especial de la ONU, Hans Grundberg, expresó su preocupación por los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los hutíes, destacando que el hambre extrema y la desnutrición crónica afectan gravemente a la población, especialmente a los niños. La mitad de los menores de cinco años padece desnutrición aguda. Se requieren más fondos para asistencia alimentaria y nutricional urgente mientras se busca establecer un diálogo entre las partes para lograr soluciones sostenibles.
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