La guerra en Sudán ha intensificado el peor brote de cólera en años, con más de 99,700 casos sospechosos y más de 2,470 muertes registradas hasta agosto. En la región de Darfur, se han atendido a más de 2,300 pacientes y se han reportado 40 muertes en una semana. La escasez de agua agrava la situación, haciendo que las comunidades dependan de fuentes contaminadas. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras están trabajando para proporcionar atención médica y mejorar el acceso al agua potable y saneamiento, pero la crisis sigue empeorando. Se requieren urgentemente campañas de vacunación y una respuesta internacional coordinada para abordar esta emergencia sanitaria.
Los recortes en la ayuda humanitaria en la región de Gambella, Etiopía, están poniendo en grave riesgo la vida de más de 395,000 personas refugiadas, principalmente sursudanesas. La reducción del apoyo de donantes clave como USAID ha llevado a una disminución drástica en servicios esenciales, incluyendo la distribución de alimentos y atención sanitaria. Actualmente, los refugiados reciben menos del 30% de las calorías diarias recomendadas, lo que agrava la desnutrición infantil y aumenta el riesgo de enfermedades como la malaria. Médicos Sin Fronteras (MSF) advierte sobre el colapso inminente de los servicios básicos y hace un llamado urgente al Gobierno de Etiopía para fortalecer la integración de los refugiados en los sistemas locales de salud.
El programa PEPFAR, fundamental en la lucha contra el VIH a nivel mundial, enfrenta un posible desmantelamiento por parte del gobierno de EE. UU., lo que podría resultar en millones de muertes evitables. Desde enero, su alcance ha disminuido drásticamente, afectando la prevención y tratamiento para grupos vulnerables como las comunidades LGBTQI+ y trabajadoras sexuales, que han perdido acceso a herramientas esenciales como la profilaxis previa a la exposición (PrEP). Médicos Sin Fronteras (MSF) advierte que esta reducción de fondos y el enfoque propuesto por la Administración estadounidense amenazan con revertir décadas de avances en salud global y condenar a millones al sufrimiento innecesario.
Un estudio realizado por Médicos Sin Fronteras revela que casi la mitad de las personas asesinadas en Gaza son niños y niñas. La investigación, que abarcó a 2.523 trabajadores y sus familias, indica que tres de cada cuatro muertes se deben a heridas de guerra, principalmente por explosiones. Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, la tasa de mortalidad infantil ha aumentado drásticamente, con un incremento del 1000% entre los menores de cinco años. Este alarmante informe destaca la devastación del sistema sanitario y la urgencia de asistencia médica en la región.
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Un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF) denuncia que los puntos de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza se han convertido en "trampas mortales" y escenarios de violencia sistemática contra civiles. MSF solicita el cierre inmediato de estos centros, el restablecimiento del mecanismo de ayuda coordinado por la ONU y la suspensión del apoyo financiero a la Fundación. Entre junio y julio de 2025, las clínicas de MSF atendieron a 1,380 víctimas, incluidas numerosas heridas graves en niños, lo que evidencia la deshumanización y el peligro que enfrentan los palestinos al intentar acceder a alimentos. La organización califica estas situaciones como una masacre orquestada que debe cesar urgentemente.
La crisis nutricional en el norte de Nigeria se ha intensificado, con 652 niños y niñas fallecidos en los primeros seis meses de 2025 debido a la falta de atención médica adecuada. La situación se ha visto agravada por la escasez de financiación internacional y el cierre de programas humanitarios. El Programa Mundial de Alimentos ha anunciado la suspensión de ayuda alimentaria para 1,3 millones de personas en la región, lo que podría empeorar aún más la desnutrición infantil. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras están trabajando para atender a los afectados, pero enfrentan desafíos significativos debido al aumento de casos graves y a la creciente necesidad de recursos.
En Yemen, el sarampión representa una grave amenaza para la vida de los niños en la provincia de Dhamar, tras más de una década de crisis y conflictos que han deteriorado el acceso a servicios médicos. Muchas familias enfrentan dificultades para recibir atención médica adecuada, lo que ha llevado a un aumento alarmante de casos de sarampión. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha estado proporcionando atención vital desde abril, tratando a más de 1.400 pacientes, la mayoría niños menores de cinco años. La vacunación es crucial para prevenir esta enfermedad altamente contagiosa y evitar brotes futuros. La situación actual resalta la necesidad urgente de reforzar los programas de salud y garantizar el acceso a la atención médica en Yemen.
Más de 39.000 palestinos han muerto en la Franja y casi 90.000 han resultado heridos desde que estalló la guerra tras el ataque de Hamás el 7 de octubre, entre ellos un gran número de mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad local.
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