El cuerpo sin vida del funcionario de Aduanas fallecido el sábado en el Atlántico cuando abordaba un velero con droga ha llegado este miércoles a Melilla a bordo de un buque de la Agencia Tributaria tras más de tres días de travesía.
Cerca de un centenar de personas se han concentrado este miércoles en Melilla en memoria del oficial del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) Carlos Esquembri, el melillense muerto en acto de servicio el sábado en aguas del Atlántico, frente a Canarias en alta mar, cuando intentaba abordar un velero presuntamente cargado de droga.
La concentración se ha producido al mediodía delante de la delegación de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) de Melilla, organismo al que pertenece el SVA, cuatro horas antes de la llegada del buque Fulmar, que ha arribado al puerto melillense pasadas las 16,00 del miércoles con el cuerpo sin vida de Carlos Esquembri, tras más de 72 horas de navegación
En la Estación Marítima, al igual que en la concentración frente a la AT, también han estado compañeros de trabajo del difunto y la familia, que ha recibido los restos mortales del funcionario, para su entierro en el Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla.
Según han explicado a Europa Press fuentes cercanas al caso, el oficial en buques del Servicio de Vigilancia Aduanera, el melillense Carlos Esquembri Hinojo, murió este sábado a la edad de 58 años en el mar del Atlántico, al oeste de Canarias, cuando intentaban abordar un velero presuntamente dedicado al narcotráfico.
El suceso ocurrió cuando una embarcación auxiliar del Buque de Operaciones Especiales 'Fulmar' de la AEAT volcó, cayendo al mar, entre ellos Esquembri, lo que aprovecharon los tripulantes del velero supuestamente cargado de droga para incendiar el mismo y así intentar evitar pruebas de sus acciones delictivas. Sus cuatro tripulantes, no obstante, fueron detenidos y también han sido trasladados en el buque Fulmar.
Ángel Esquembri, que residía en Melilla aunque era el Jefe de embarcación de vigilancia aduanera en Almería y tenía tras de sí una experiencia de 30 años en esta unidad, falleció a pesar de los intentos de reanimarlo de sus compañeros.