La comunidad internacional debe actuar para poner fin al desplazamiento de millones de sirios que huyen de la guerra, según la alta comisionada adjunta de ACNUR, Kelly Clements. Durante su visita a Líbano y Siria, enfatizó la necesidad de un compromiso activo para apoyar la paz y la estabilidad en la región. Más de 1,2 millones de personas han regresado a Siria desde diciembre pasado, y se están implementando medidas para facilitar este proceso. A pesar del retorno, aún hay millones de refugiados en países vecinos que requieren atención y apoyo continuo. La reconstrucción del país es una prioridad para los repatriados, quienes desean restablecer sus vidas tras años de conflicto.
La guerra en Sudán ha intensificado el peor brote de cólera en años, con más de 99,700 casos sospechosos y más de 2,470 muertes registradas hasta agosto. En la región de Darfur, se han atendido a más de 2,300 pacientes y se han reportado 40 muertes en una semana. La escasez de agua agrava la situación, haciendo que las comunidades dependan de fuentes contaminadas. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras están trabajando para proporcionar atención médica y mejorar el acceso al agua potable y saneamiento, pero la crisis sigue empeorando. Se requieren urgentemente campañas de vacunación y una respuesta internacional coordinada para abordar esta emergencia sanitaria.
El Gobierno de España ha anunciado la distribución de tres millones de euros entre las comunidades autónomas para llevar a cabo la exhumación e identificación de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha declarado que el objetivo es garantizar que no quede ningún cuerpo por identificar ni ninguna memoria por reivindicar. Esta iniciativa forma parte del compromiso del gobierno con la memoria histórica y la justicia social.
Inmediatamente, si el beneficio es matar gente, desgraciadamente en las naciones que defienden la vida, aniquilar a cientos de civiles es una acción oscura. La mayoría de las veces, la guerra es el resultado de una amplia gama de situaciones que implican el deterioro de las relaciones políticas y diplomáticas. En muchos casos, las motivaciones son las batallas comerciales asociadas al establecimiento y enfrentamiento de barreras fiscales, donde uno intenta contener el crecimiento del otro. ¿Estamos viendo esta realidad hoy?
El orgullo, el egoísmo y la codicia son las mayores amenazas para la estabilidad emocional humana y el progreso ético. Los que ya tienen mucho quieren mucho más, los que han acumulado armas y bombas durante muchos años quieren iniciar una guerra para vender sus productos a otras naciones. Se crean narrativas y provocaciones para inducir a individuos o grupos de todo tipo a generar una guerra por poderes. ¿Quién no ve a las potencias que luchan entre sí utilizando a países más pequeños?
La frase del título de esta reflexión hace referencia a tiempos convulsos como los que estamos viviendo.
Con cientos de miles de niños y niñas heridas, enfermas, desnutridas, traumatizadas o con discapacidad en Rafah, UNICEF pide que no se les traslade a la fuerza y que se proteja la infraestructura vital de la que dependen.
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Cuatro niños, incluido un bebé de dos años y medio, murieron en recientes ataques rusos en Kiev, según informes de la ONU. Estos bombardeos han dejado también decenas de heridos y han afectado infraestructuras civiles. El secretario general de la ONU condenó los ataques, subrayando que violan el derecho internacional humanitario y exigiendo un alto el fuego inmediato. La situación se agrava con la llegada del invierno, lo que representa un desafío crítico para las familias en Ucrania, que necesitan ayuda urgente para sobrevivir. A pesar de los esfuerzos internacionales por poner fin al conflicto, la población enfrenta un clima de escepticismo y temor constante debido a las sirenas antiaéreas.
El 70% de los niños y niñas en Ucrania, aproximadamente 3.5 millones, carecen de acceso a bienes y servicios básicos, según un informe reciente de UNICEF. Esta cifra ha aumentado drásticamente desde el 18% en 2021, reflejando la grave crisis humanitaria provocada por la guerra. La privación material incluye la falta de alimentos nutritivos, ropa adecuada y acceso a educación, lo que impacta negativamente en su desarrollo y futuro. UNICEF destaca la urgencia de invertir en servicios críticos para la infancia y garantizar el acceso a atención social, educación y salud para todos los niños afectados por el conflicto.
Ha pasado el super domingo electoral en Europa con una sensación más amarga que dulce, aunque con algo de alivio una vez superado el susto de Rumanía.
Desde el reinicio de los ataques israelíes en Gaza, al menos 322 niños han muerto y 609 han resultado heridos, según informes recientes. En casi 18 meses de conflicto, el número total de niños asesinados supera los 15,000. La situación humanitaria se agrava con la creciente escasez de bienes esenciales, lo que ha llevado al cierre de 25 panaderías y dificulta la distribución de asistencia humanitaria.
Como dice el cantautor Andrés Suárez en una de sus canciones, "si quieres, hacemos el verano algo más largo". Pero aunque siempre fuera deseable, lo cierto es que va llegando a su fin, si bien, por desgracia, no terminarán algunos de los acontecimientos que nos han acompañado en los últimos meses.
La instalación, localizada en el centro de la Franja de Gaza, servía de refugio a miles de palestinos desde que comenzó la guerra. Los informes preliminares dan cuenta de al menos 35 muertos, la mayoría niños y mujeres, y un número indeterminado de heridos. El ataque se produce mientras los organismos humanitarios alertan del alto riesgo de propagación de enfermedades.
Al entrar en el tercer año de guerra, la Misión de derechos humanos en el país señala que se han verificado 30.457 víctimas civiles, de las cuales 10.582 murieron y 19.875 resultaron heridas. Más de 14 millones de personas, casi un tercio de la población de Ucrania, han huido de sus hogares, según la agencia de migraciones. Hasta la fecha, unos 4,5 millones han regresado a casa.
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