En una rueda de prensa en el Palau de la Generalitat tras una reunión extraordinaria de su Gabinete, Puigdemont dijo que "no hay otra opción" que aplicar el resultado de la consulta del 1-O, en el que sus organizadores sostienen que ganó por un 90% la independencia, aunque todavía no hay datos definitivos.
En este sentido, el presidente catalán sostuvo que el resultado del 1-O es "vinculante" y que quieren un "Estado independiente", pero ofreció al Gobierno de Mariano Rajoy someterse a una mediación internacional para que no haya una "ruptura traumática" entre Cataluña y el resto de España.
Defendió que es un "momento de mediación" entre la Generalitat y el Gabinete de Rajoy y añadió que, aunque no tenía una propuesta concreta al respecto, la UE debería "apadrinar" este diálogo y no "mirar para otro lado".
COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL 1-O
En todo caso, Puigdemont defendió que este diálogo sería para aplicar el resultado del 1-O, al tiempo que añadió que será el Parlamento catalán el que decida cuándo aplicar los resultados a favor de la independencia.
Apuntó al respecto que en la llamada Ley de Transitoriedad, que anuló el Tribunal Constitucional, se contempla declarar la república catalana 48 horas después de que se hagan oficiales los resultados de la consulta del domingo.
Además, el presidente catalán pidió la salida de su comunidad autónoma de los efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, al tiempo que anunció la creación de una "comisión especial de investigación sobre violación de los derechos fundamentales" durante el 1-O.
Explicó que esta comisión la formarán juristas de la Generalitat y otras personas sin vinculación con la Administración autonómica e indicó que este órgano se encargará de estudiar las denuncias de ciudadanos sobre lo ocurrido este domingo, día en el que, dijo, se produjo "la jornada de violencia gratuita mayor que se ha producido en los últimos 40 años", algo que "no puede quedar impune".