Según los datos provisionales facilitados por el partido, sólo el 7,42% de los 869.535 militantes que a fecha del 6 de junio formaban el número de afiliados del PP podrán participar en esta votación, a la que concurren seis candidaturas: María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pablo Casado, José Manuel García-Margallo, Jose Ramón García-Hernández y Elio Cabanes.
Para poder participar en la votación, el afiliado del PP tenía que inscribirse y estar al corriente de pago. En aras de facilitar la participación, y conscientes de que muchos de los afiliados no habían pagado sus cuotas en años, la dirección estableció una tarifa de 20 euros para poder participar en el proceso congresual.
Por provincias, Madrid y Valencia figuran a la cabeza con 10.020 y 3.862 inscritos, respectivamente. Como dato curioso, en la isla de Formentera sólo podrán participar 23 afiliados. Según fuentes populares, la falta de cultura del militantes del PP de votar para elegir al líder ha obligado a que mandos intermedios tuvieran que animar y recordar a los afiliados que tenían que inscribirse si querían participar en la votación.
MAYOR MOVILIZACIÓN EN CASTILLA Y LEÓN
Según los datos facilitados por el PP, Andalucía es la comunidad con más inscritos, con 12.119 (1.601 en Almería, 884 en Córdoba, 3.506 en Sevilla, 741 en Huelva, 778 en Jaén, 2.093 en Málaga, 1.409 en Cádiz y 1.107 en Granada), seguida de Madrid con 10.020 y la Comunidad Valenciana con 7.113 (1.887 en Alicante, 1.364 en Castellón y 3.862 en Valencia).
Siguen en la lista los 6.691 de Castilla y León (591 en Ávila, 798 en Burgos, 1.014 en León, 525 en Palencia, 889 en Salamanca, 295 en Segovia, 413 en Soria, 1.550 en Valladolid y 616 en Zamora), y los 4.803 de Castilla-La Mancha (965 en Ciudad Real, 806 en Cuenca, 423 en Guadalajara, 707 en Albacete y 1.902 en Toledo).
En Galicia se han inscrito 4.222 militantes (1.660 en Coruña, 1.386 en Lugo, 518 en Orense y 718 en Pontevedra); en Baleares 2.899 (2.040 en Mallorca, 370 en Ibiza, 466 en Menorca y 23 en Formentera); en Murcia 2.247; en Aragón 2.106 (353 en Teruel, 575 en Huesca y 1.178 en Zaragoza); y en Canarias 2.081 (167 en Fuerteventura, 813 en Gran Canaria, 74 en Lanzarote, 871 en Tenerife, 78 en La Palma, 44 en Gomera y 34 en El Hierro).
La lista sigue con los 2.045 inscritos en La Rioja; los 1.884 en Extremadura (1.040 en Badajoz y 844 en Cáceres); los 1.762 en Cataluña (1.238 en Barcelona, 107 en Gerona, 184 en Lérida y 233 en Tarragona); los 1.523 de Asturias y de Cantabria; los 618 del País Vasco (224 en Álava, 88 en Guipúzcoa y 306 en Vizcaya); 422 en Melilla; 242 en Ceuta y 203 en Navarra.
ANTECEDENTES SIMILARES
La participación de los militantes del PP para elegir a su líder ya se realizó en la Comunidad de Madrid y en Castilla y León, aunque en ambos casos la participación fue algo mayor. Por ejemplo, en las primarias que en 2017 eligieron a Cristina Cifuentes presidenta del PP de Madrid se inscribieron 10.888 afiliados, el 11,5% del total, y votaron 8.166, el 74,6%. Y en las que nombraron a Alfonso Fernández Mañueco presidente del PP de Castilla y León se inscribieron 6.819 del total de 51.191 afiliados (el 13,32%) y emitieron su voto 6.047 (88,7% del total de inscritos).
La jornada de votación será el jueves 5 de julio, desde las 9.00 a las 20.30 horas, y habrá dos urnas. La primera, para elegir a los compromisarios; la segunda, para votar a los precandidatos. Finalizado este trámite, la Comisión Organizadora proclamará candidatos finales a la Presidencia del PP a los dos precandidatos que obtengan mayor número de votos válidos emitidos por los afiliados.
Aunque, si en el proceso electoral con los militantes, uno de los aspirantes obtuviera más del 50% del total de los votos válidos emitidos por los afiliados, si lograse una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de precandidatos y si hubiera sido el más votado en la mitad de las circunscripciones automáticamente sería proclamado ante el Congreso como candidato único a la Presidencia, sin opción para los demás.
No obstante, fuentes populares admiten que dada la concurrencia al proceso, con seis precandidatos, es prácticamente imposible que se dé este último extremo y, por tanto, asumen que llegarán dos candidaturas vivas al Congreso Extraordinario. Esto también se podría evitar si ambas llegasen a un acuerdo de integración, con lo que se cumplirían los deseos de numerosos dirigentes que preferirían evitar librar una batalla final, aunque esta posiblidad tampoco la ven factible las fuentes consultadas.
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