La situación en Gaza se ha vuelto crítica, con un entorno descrito como post-apocalíptico donde los niños mueren de hambre en silencio. Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, advierte que el colapso del sistema humanitario es evidente, ya que incluso los trabajadores de ayuda sufren desmayos por falta de alimentos. La desesperación es palpable entre la población, con testimonios desgarradores de madres que ven a sus hijos llorar por hambre. Desde mayo, aproximadamente 1,500 gazatíes han muerto mientras buscaban comida. Las agencias de la ONU alertan sobre la inminente hambruna y piden un acceso humanitario sin restricciones para aliviar la crisis.
La situación ha sido descrita como un “entorno post apocalíptico donde los niños mueren en silencio por hambre”, y aquellos que aún no han llegado a ese extremo claman por salir de este infierno. Lazzarini mencionó que algunos niños piensan que podría ser mejor morir, ya que en el más allá podrían encontrar comida, algo que escasea en Gaza.
El funcionario reveló que ha mantenido conversaciones con su equipo en Gaza, quienes le han expresado que los gazatíes parecen “cadáveres que caminan” y también sufren de hambre. Lazzarini compartió su angustia ante los constantes mensajes de socorro provenientes de comunidades hambrientas y colegas de UNRWA, señalando que “las autoridades israelíes están matando de hambre a civiles, incluyendo a un millón de niños”.
Manar, una trabajadora de UNRWA, relató la desgarradora realidad cotidiana en Gaza, donde muchas personas se ven obligadas a dormir con hambre. Ella describió cómo el desplazamiento y la falta de alimentos se han convertido en parte integral de sus vidas. “Cada día me despierto sin saber qué va a pasar”, comentó en una publicación reciente.
La inseguridad es constante: “Hemos tenido que huir y no nos sentimos seguros; siempre hay miedo a nuevos bombardeos o a perder seres queridos”, añadió Manar. A pesar de su compromiso laboral, enfrenta la dura realidad del escaso acceso al agua potable y alimentos.
Aunque Manar sigue trabajando, las condiciones son críticas: “Voy a trabajar, pero mi corazón está con mis hijos (…) hasta lo más básico se ha vuelto un desafío”. En medio de esta desesperación, conseguir alimentos es un lujo; muchas veces solo logran cocinar arroz y se acuestan “con el estómago vacío”.
“Nuestros hijos lloran porque tienen hambre. Como madre, eso me rompe el corazón”, afirmó Manar. También habló sobre la búsqueda incesante de medicamentos en un contexto marcado por la escasez debido al bloqueo israelí.
A semejanza de Manar, millones de gazatíes caminan durante horas bajo el sol abrasador buscando suministros. “No hay coches ni autobuses ni ayuda. Estamos agotados física y emocionalmente, pero seguimos adelante. Esto no es solo un día; es nuestra vida”, concluyó.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó sobre la muerte o lesión continua de muchos gazatíes mientras buscan alimentos cerca de rutas utilizadas por convoyes humanitarios apoyados por Estados Unidos e Israel. Desde mayo hasta ahora, aproximadamente 1500 personas han perdido la vida, según comunicó el portavoz de la ONU, Farhan Haq.
Aproximadamente 2.1 millones de palestinos están bajo asedio en Gaza desde el inicio del conflicto el 7 de octubre tras el ataque liderado por Hamas. Aunque Israel ha comenzado a relajar su control bajo presión internacional, las agencias humanitarias advirtieron recientemente que “el peor escenario posible, una hambruna, está en marcha” .
A pesar del envío limitado de suministros vitales autorizado por Israel durante breves pausas humanitarias diarias, muchos expertos consideran estas operaciones como costosas e ineficaces. Se estima que unos 6000 camiones cargados con ayuda permanecen varados fuera del territorio esperando autorización para ingresar.
Hamás y la Yihad Islámica difundieron videos impactantes mostrando a dos rehenes israelíes debilitados y hambrientos, lo cual generó conmoción internacional y renovados llamados para permitir la entrada urgente de suministros vitales a Gaza. Los informes indican que Hamás solo permitirá el acceso del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) si se establecen corredores humanitarios continuos hacia Gaza.
Dicha publicación provocó condenas por parte del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk; así como del responsable de UNRWA y otras agencias del sistema ONU, quienes reiteraron sus demandas para liberar a los rehenes y facilitar el flujo irrestricto de ayuda humanitaria hacia este territorio palestino.
Cifra | Descripción |
---|---|
1500 | Gazatíes que han muerto mientras buscaban comida desde mayo hasta la fecha. |
2.1 millones | Palestinos asediados en Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023. |
6000 | Caminos cargados con ayuda que están varados fuera de Gaza esperando entrar. |
Los niños en Gaza están muriendo de hambre en silencio, y se describe la situación como un entorno post apocalíptico donde incluso el personal humanitario sufre de desnutrición.
Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, ha afirmado que la estructura completa del sistema humanitario en Gaza está colapsando y que muchos gazatíes son "cadáveres que caminan".
Una trabajadora humanitaria, Manar, ha descrito cómo el desplazamiento, el hambre y el miedo son parte integral de la vida diaria. Ha mencionado que muchas familias se acuestan con el estómago vacío y sus hijos lloran por hambre.
Desde mayo, aproximadamente 1500 gazatíes han muerto mientras buscaban alimentos en rutas de convoyes de la ONU y puntos de distribución militarizados.
A pesar de que Israel ha relajado su control bajo presión internacional y ha autorizado lanzamientos aéreos de suministros vitales, las agencias de la ONU advierten que una hambruna está en marcha y abogan por que la ayuda se entregue por carretera.
Hamás y la Yihad Islámica publicaron videos mostrando a dos rehenes israelíes debilitados y hambrientos, lo que ha causado conmoción internacional y nuevos llamados para permitir la entrada de suministros vitales a Gaza.