Las mujeres de Gaza enfrentan una lucha desesperada por alimentos en medio del conflicto y la crisis humanitaria. La ONU advierte sobre el grave riesgo de hambruna, con miles de personas arriesgando sus vidas para obtener ayuda. Testimonios conmovedores revelan cómo madres solteras y niños huérfanos se ven obligados a buscar comida en un entorno peligroso, donde las restricciones y la caótica distribución de asistencia complican aún más su situación. La comunidad internacional es instada a garantizar un sistema justo que permita el acceso equitativo a los suministros vitales.
Abeer Safi, una mujer desplazada del barrio de Zeitoun en Gaza, comparte su desgarradora experiencia: “Antes recibía fácilmente la ayuda distribuida por la ONU. Ahora, no recibimos nada. Arriesgo mi vida yendo al cruce de Zikim y regresando con una bolsa vacía. Lo único que quiero es volver con mis hijos con algo de comida”. Tras perder a su esposo en el conflicto, Abeer enfrenta sola la responsabilidad de cuidar a su familia en medio del colapso humanitario.
La situación se torna más crítica cada día. Miles de gazatíes se agrupan en la calle Rashid, al norte de Gaza, esperando recibir alguna forma de asistencia humanitaria. El equipo de Noticias ONU documentó cómo miles regresaban tras un viaje incierto en busca de alimentos, reflejando una escena cotidiana marcada por el sufrimiento.
El acceso a la comida ya no es un simple viaje; se ha transformado en una lucha desesperada donde el peligro acecha constantemente. Todos corren hacia los escasos camiones de ayuda que logran llegar al norte de Gaza.
La ONU mantiene su postura sobre la necesidad urgente de levantar las restricciones a la entrada y distribución de ayuda en la región, destacando su capacidad para proporcionar asistencia adecuada a quienes más lo necesitan.
Fayza al-Turmisi, otra mujer desplazada desde Shuja’iyya, describe el caos reinante: “Nos disparan proyectiles y balas. Nos obligan a tumbarnos en el suelo. Si levantas la cabeza, te alcanzan”. Este clima de violencia complica aún más las ya precarias condiciones para obtener alimentos.
Mohammed Mudaris, un niño de siete años que perdió a su padre en un ataque aéreo reciente, expresa su angustia: “Soy el mayor de mis hermanos. Intento pedirle a alguien que me dé un plato de harina o algo para comer”. Su historia resuena entre muchos otros niños que enfrentan situaciones similares en Gaza.
La búsqueda diaria por alimento también recae sobre las mujeres. Asma Masoud, desplazada del norte de Gaza, relata su lucha: “Nunca recibimos la ayuda que nos corresponde. Mi esposo está paralizado y hay viudas como yo que no pueden alimentar a sus hijos”. Asma denuncia además cómo algunos jóvenes venden la ayuda a precios exorbitantes.
“Me arriesgo para llevar comida a mis hijos”, afirma Asma mientras pide un sistema justo para garantizar que todos reciban lo necesario sin intermediarios corruptos.
Abeer coincide con Asma al señalar que “los beneficiarios ahora son, en su mayoría, ladrones”. Ella expresa su frustración: “He perdido mucho peso y toda mi salud. Quiero recibir ayuda con dignidad”. Este sistema caótico deja atrás a aquellos más vulnerables: viudas, ancianos y familias enteras atrapadas en circunstancias desesperadas.
Maqboula Adas es otro ejemplo del sufrimiento colectivo. Con un esposo herido y un hijo con una pierna rota, ella lucha diariamente para conseguir harina: “Nadie nos apoya excepto Dios”, lamenta mientras intenta sobrevivir junto a sus tres hijas.
Las escenas trágicas se multiplican; carretas destinadas originalmente para transportar alimentos ahora llevan cuerpos sin vida de palestinos muertos mientras intentaban obtener ayuda humanitaria.
Gaza enfrenta un grave riesgo de hambruna, con indicadores alimentarios alcanzando niveles alarmantes desde el inicio del actual conflicto. Según informes recientes, al menos 147 personas han muerto por hambre y desnutrición, incluidos 88 niños.
A pesar de las promesas internacionales para facilitar el flujo humanitario, las restricciones continúan obstaculizando el acceso efectivo a alimentos y combustible debido a los constantes ataques cerca de los puntos críticos.
La caótica distribución dentro del territorio ha exacerbado aún más esta crisis humanitaria, poniendo a miles en riesgo constante mientras intentan acceder a lo poco disponible.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha documentado numerosas muertes ocurridas cuando personas intentaban acceder a asistencia humanitaria bajo fuego cruzado y bombardeos cercanos. Esta situación crítica exige atención inmediata y acción efectiva para salvar vidas antes que sea demasiado tarde.
Cifra | Descripción |
---|---|
147 | Muertes por hambre y desnutrición reportadas. |
88 | Niños que han muerto por hambre y desnutrición. |
28,000 | Casos de desnutrición aguda grave en menores de edad. |
Las mujeres en Gaza enfrentan un grave riesgo al intentar conseguir comida, arriesgando sus vidas debido a la violencia y el caos que rodea la distribución de ayuda humanitaria. Muchas se ven obligadas a salir a buscar alimentos para sus hijos en medio de un ambiente peligroso.
Las mujeres desplazadas están pidiendo un mecanismo de distribución justo de la ayuda humanitaria, sugiriendo que esta debería ser entregada a través de mensajes de texto para asegurar que cada persona necesitada reciba su parte, evitando así que algunos se beneficien injustamente.
Gaza enfrenta un grave riesgo de hambruna, con indicadores de consumo de alimentos y nutrición en sus peores niveles. Se han reportado muertes por hambre y desnutrición, incluidos niños, lo que refleja una crisis humanitaria profunda.
Los niños en Gaza sufren enormemente debido al conflicto; muchos han perdido a sus padres y se ven obligados a asumir responsabilidades adultas, como cuidar de sus hermanos menores y buscar alimentos para sobrevivir.
La Oficina ha documentado cientos de muertes entre personas que intentaban acceder a la ayuda humanitaria, destacando el peligro constante que enfrentan los civiles debido a disparos y bombardeos cerca de los puntos de distribución.