La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha denunciado una alarmante escalada de violencia por parte de colonos israelíes en la Cisjordania ocupada, que ha resultado en múltiples víctimas y el desplazamiento forzado de comunidades palestinas. Entre las recientes víctimas se encuentra Awdah Hathaleen, un activista asesinado tras ser disparado por un colono. La oficina subraya que todos los asentamientos son ilegales y exige el fin inmediato de esta violencia. En Gaza, la situación humanitaria se agrava, con largas colas para acceder a agua potable y la muerte de al menos 46 palestinos debido a ataques israelíes. La comunidad internacional observa con preocupación mientras las condiciones para la entrega de ayuda siguen siendo insuficientes.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados ha denunciado una alarmante escalada de violencia por parte de colonos israelíes en la Cisjordania ocupada durante el último mes. Esta situación ha resultado en múltiples víctimas y el desplazamiento forzado de comunidades palestinas.
Según el organismo, los colonos actúan con el respaldo e incluso la participación de las fuerzas de seguridad israelíes. La Oficina reafirmó que todos los asentamientos en esta región son ilegales y que Israel está obligado, según lo establecido por la Corte Internacional de Justicia, a evacuar a todos los colonos y poner fin a su presencia ilegal en el territorio palestino ocupado.
Entre los incidentes más graves se encuentra el asesinato de Awdah Hathaleen, un activista y profesor palestino de 31 años, quien había participado en el documental No Other Land, galardonado con un Oscar al mejor documental en 2025. El lunes por la noche, Hathaleen fue disparado en el pecho por un colono israelí en Umm al-Khair tras un enfrentamiento cuando este utilizaba una excavadora en tierras palestinas.
El activista fue trasladado al hospital, donde falleció horas después. Los residentes locales identificaron al colono como responsable de múltiples ataques contra comunidades palestinas, lo que ha llevado a su desplazamiento forzado, según registros de la Oficina de Derechos Humanos.
Tras el asesinato, las fuerzas israelíes declararon la zona como área militar cerrada y detuvieron a doce palestinos junto a dos activistas extranjeros relacionados con los enfrentamientos. Aunque inicialmente también arrestaron al colono, este fue liberado y puesto bajo arresto domiciliario.
La Oficina del Alto Comisionado advirtió que estos eventos forman parte de una estrategia "más amplia y coordinada" por parte de Israel para consolidar su control sobre la Cisjordania ocupada, reforzando un sistema de discriminación y opresión hacia los palestinos. Además, expresó preocupación por una reciente moción del Parlamento israelí que insta al Gobierno a extender oficialmente la soberanía israelí sobre Cisjordania.
En Gaza, los ataques israelíes han dejado al menos 46 palestinos muertos durante la noche del martes y este miércoles, muchos de ellos entre multitudes que buscaban alimentos, según informó el Ministerio de Sanidad. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha alertado sobre las dificultades diarias para conseguir agua potable, especialmente para los niños que deben esperar largas horas bajo el sol.
“La crisis se agrava mientras el mundo observa en silencio”, declaró UNRWA en una publicación en redes sociales mostrando a niños esperando ayuda para mitigar su sed durante el verano. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre el envío de diez camiones con suministros médicos desde Egipto hacia Gaza.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que “las necesidades sanitarias en Gaza son inmensas” y enfatizó la importancia de un flujo continuo de suministros médicos. Asimismo, reiteró su llamado a garantizar acceso seguro y sin obstáculos para la ayuda humanitaria.
Por su parte, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) destacó que las condiciones actuales para la entrega de ayuda son insuficientes. El portavoz adjunto del Secretario General de la ONU enumeró varios obstáculos que enfrentan los conductores para acceder a Gaza desde Kerem Shalom.
A pesar de algunos avances recientes en las entregas humanitarias, muchas misiones han sido obstaculizadas por retrasos administrativos y falta de autorización por parte de las autoridades israelíes. OCHA insistió en que es crucial abrir todos los cruces y facilitar tanto suministros humanitarios como comerciales para satisfacer las enormes necesidades existentes entre la población.
La Oficina denuncia que la escalada de violencia por parte de los colonos ha agravado el entorno coercitivo en la Cisjordania ocupada, provocando varias víctimas y el desplazamiento forzoso de comunidades palestinas.
Awdah Hathaleen es un profesor y activista palestino de 31 años que participó en el documental "No Other Land". Fue asesinado por un colono israelí en Umm al-Khair después de que se enfrentara a él mientras utilizaba una excavadora en tierras palestinas.
Las fuerzas israelíes declararon el área como zona militar cerrada, detuvieron a doce palestinos y dos activistas extranjeros relacionados con los enfrentamientos, y aunque inicialmente detuvieron al colono responsable, este fue puesto en libertad y sometido a arresto domiciliario.
La Oficina reiteró que todos los asentamientos en la Cisjordania ocupada son ilegales y que Israel tiene la obligación de evacuar inmediatamente a todos los colonos israelíes del territorio palestino ocupado.
Los niños en Gaza deben esperar largas colas bajo el sol para conseguir agua potable, lo que representa un reto diario. La situación se agrava con ataques y disparos que han causado numerosas muertes entre quienes buscan alimentos.
La OMS ha señalado que las necesidades sanitarias en Gaza son inmensas y ha hecho un llamado a un flujo continuo de suministros médicos, así como a un acceso seguro para la ayuda médica.
OCHA enfatizó que las condiciones para la entrega de ayuda son insuficientes, mencionando múltiples obstáculos como la necesidad de aprobación por parte de las autoridades israelíes y retrasos significativos para acceder a la zona vallada del paso fronterizo.