La empresa constructora del cuarto módulo de la planta desaladora de agua de mar vendrá a Melilla a finales de este mes o principios de junio para poner en funcionamiento sus dos bombas, ya que una no está conectada y la otra está desinstalada.
Así se acordó en la reunión celebrada ayer entre la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Consejería de Medio Ambiente con el fin de poner en marcha este cuarto módulo, esencial para que se obtenga el caudal de agua necesario para la ciudad.
Además, la Confederación expresó su deseo de solucionar los problemas administrativos que tiene para construir la nueva línea eléctrica, que permitirá a la planta funcionar a pleno rendimiento, y que espera instalar antes de acabar el año.