Cambiar de moto en MotoGP representa un verdadero desafío, especialmente en un deporte donde cada milímetro cuenta. Cada nueva máquina trae consigo características únicas, así como fortalezas y limitaciones distintas. Jorge Martín, actual Campeón y piloto de Aprilia Racing, ha tenido una temporada complicada marcada por lesiones y contratiempos. Sin embargo, se muestra optimista al afirmar que sigue explorando las diferencias y límites que le ofrece la Aprilia.
El Balaton Park se presenta como una oportunidad ideal para concentrarse únicamente en la conducción. Martín explica: «Antes pilotaba otra moto y tengo muchas referencias, desde los puntos de frenada hasta cómo entrar y salir de las curvas». Este nuevo circuito le permite dejar atrás comparaciones previas: «Aquí, sin referencias, simplemente puedo pilotar, sin nada en la cabeza, y trabajar en mis sensaciones en lugar de cambiar la moto».
Expectativas realistas
A pesar de su deseo de mejorar, el piloto no quiere fijarse metas estrictas en cuanto a posiciones finales. Prefiere mantener la mentalidad con la que afrontó el Gran Premio de Austria recientemente: «No sé qué esperar de mí. Quiero centrarme en mí mismo porque, aunque esa era mi mentalidad en Austria, cuando me acerqué a la cabeza mis expectativas fueron un poco demasiado altas». Reconoce que intentó hacer más de lo que podía al inicio de la carrera, lo que complicó su desempeño.
Martín subraya que no tiene expectativas sobre los resultados: «Lo que venga estará bien. Sí tengo expectativas con mi trabajo: encontrar mi límite con la moto y descubrir lo que necesito para ir más rápido es mi único objetivo». Con esta perspectiva clara, el piloto busca aprovechar al máximo cada sesión en pista.