Los recortes masivos a la ayuda para la respuesta al VIH/SIDA amenazan con desmantelar décadas de progreso en el tratamiento y prevención de esta enfermedad, poniendo en riesgo millones de vidas, según un informe de ONUSIDA. La crisis de financiamiento ha llevado a la suspensión de programas vitales y ha dejado a 9,2 millones de personas sin acceso a tratamientos que salvan vidas. A pesar de algunos aumentos en los presupuestos nacionales en ciertos países, se requiere una acción colectiva y solidaridad internacional para abordar esta emergencia y asegurar que se eliminen las barreras legales y sociales que impiden el acceso a servicios esenciales.