En 1614 una expedición japonesa encabezada por el nieto del emperador desembarcó en el pueblo sevillano de Coria del Río, y el heredero al trono se enamoró de una bella sevillana, formó una familia y nunca regresó a Japón.
En 1614 una expedición japonesa encabezada por el nieto del emperador desembarcó en el pueblo sevillano de Coria del Río, y el heredero al trono se enamoró de una bella sevillana, formó una familia y nunca regresó a Japón.