La situación en Gaza se agrava, con cientos de familias huyendo hacia el sur debido a los intensos bombardeos israelíes. La desesperación es palpable, ya que muchos no tienen recursos ni refugio. En la Asamblea General de la ONU, se aprobó la participación de Palestina por videoconferencia tras la negativa de EE.UU. a otorgar un visado al presidente Mahmud Abbas. Además, el Consejo de Seguridad rechazó prorrogar el alivio de sanciones contra Irán, lo que podría llevar al restablecimiento automático de las sanciones. Las mujeres y niñas en Afganistán son las más afectadas por un reciente terremoto, enfrentando graves desafíos humanitarios.
Afganistán enfrenta una grave crisis tras cuatro años de prohibición a las niñas de asistir a la escuela más allá del sexto grado, lo que pone en riesgo toda una generación. La representante especial de la ONU advirtió sobre el colapso económico y social del país, exacerbado por un devastador terremoto y políticas que restringen la ayuda humanitaria. Más de 22 millones de afganos sufren inseguridad alimentaria, mientras la represión talibana se intensifica. La directora de UNICEF calificó esta prohibición educativa como una de las injusticias más atroces de nuestro tiempo, subrayando la necesidad de incluir a mujeres y hombres en el desarrollo del país para asegurar su futuro.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advierte que los afectados por el reciente terremoto en Afganistán enfrentan un grave riesgo de muerte y enfermedades si no se reciben fondos internacionales con urgencia. El sismo, ocurrido el 31 de agosto, dejó aproximadamente 2200 muertos y 3700 heridos, afectando a cerca de 40,000 personas que ahora requieren asistencia humanitaria. Las condiciones son críticas, con familias viviendo en la intemperie y sin acceso a agua potable ni saneamiento. La OCHA hace un llamado a los donantes para actuar rápidamente y evitar una crisis humanitaria mayor durante el invierno.
Las necesidades humanitarias en Myanmar tras el reciente terremoto aumentan cada hora, con familias enfrentando escasez crítica de agua potable, alimentos y suministros médicos. Las condiciones son extremadamente difíciles para los equipos de ayuda, que operan sin electricidad ni saneamiento y duermen a la intemperie. Unidades internacionales de rescate de países como China, India, Rusia, Tailandia y Bangladesh están colaborando con los equipos locales para brindar asistencia.
Casi un mes después del terremoto y tsunami que golpearon Palu y los alrededores del noroeste de las islas Célebes (Indonesia), unos 375.000 niños siguen necesitando servicios y suministros vitales.
|
Un devastador terremoto de magnitud 6,0 en Afganistán ha dejado a mujeres y niñas en una situación crítica, enfrentando un desastre prolongado con escasa ayuda humanitaria. Desde la prohibición impuesta por los talibanes a las trabajadoras de la ONU, la respuesta al desastre se ha visto severamente limitada. Más de 2200 personas han muerto y muchas sobrevivientes viven en condiciones precarias, sin acceso adecuado a refugio ni atención médica. La destrucción de infraestructuras también ha incrementado el riesgo de violencia contra mujeres y niñas, quienes deben desplazarse más lejos para satisfacer necesidades básicas. La comunidad internacional enfrenta desafíos significativos para brindar asistencia efectiva en este contexto culturalmente complejo.
Más de 2,2 millones de niñas en Afganistán han sido excluidas de la educación durante cuatro años, según Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. Desde que se prohibió a las adolescentes asistir a la escuela más allá del sexto grado, la situación ha empeorado con el regreso de más de 2 millones de afganos. Esta prohibición no solo afecta su acceso a la educación, sino que también tiene graves consecuencias para su bienestar mental y social. UNICEF hace un llamado urgente a las autoridades para que levanten esta restricción y permitan que todas las niñas asistan a la escuela, destacando que el futuro del país depende de la participación plena de mujeres y hombres en la sociedad.
Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha llegado a las provincias de Nangarhar y Laghman en Afganistán tras un devastador terremoto que ha dejado más de 1.400 muertos y 3.000 heridos. La organización ha donado kits médicos a dos hospitales locales que están atendiendo a los afectados, donde se han realizado más de 130 operaciones en las últimas 24 horas. MSF está evaluando la situación para ampliar su respuesta humanitaria, ya que muchas personas siguen atrapadas bajo los escombros y el acceso al agua potable se ha visto comprometido, aumentando el riesgo de enfermedades transmisibles.
Tras el fuerte terremoto que sacudió el sur de Turquía en la madrugada del lunes, que hace temer una crisis humanitaria, los organismos de ayuda de la ONU se han movilizado para asistir a los miles de víctimas, incluidas las que se cree que siguen sepultadas bajo los escombros.
|