La ministra de Sanidad, Mónica García, ha afirmado en el acto conmemorativo del Día Mundial de la Salud Mental que "no habrá buena salud mental sin justicia social". Durante su intervención, destacó la necesidad de visibilizar el sufrimiento psíquico y su relación con factores sociales como la precariedad y la soledad. García subrayó que la salud mental debe ser abordada desde un enfoque basado en derechos y determinantes sociales, y abogó por una atención más humana e integral. Además, presentó el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027, que busca mejorar los recursos y combatir el estigma asociado a estos problemas. La ministra concluyó enfatizando que las políticas públicas deben integrar este enfoque para garantizar condiciones de vida dignas.
La Federación Estatal LGTBI+ ha exigido la implementación urgente de la Ley LGTBI+ y la aprobación de una Ley de Familias inclusiva para garantizar el reconocimiento de la diversidad familiar. A pesar de los avances normativos, las familias LGTBI+ siguen enfrentando barreras legales y situaciones de invisibilidad en el ámbito educativo y social. La falta de aplicación efectiva de la Ley LGTBI+ perpetúa estigmas y discrimina a estas familias, que enfrentan dificultades en derechos básicos como la filiación y el acceso a ayudas. La Federación subraya que es esencial contar con un marco legal sólido para proteger sus derechos y combatir la discriminación.
En un momento de perplejidad y parálisis de las izquierdas, especialmente de sus partidos políticos, supone una bocanada de aire fresco ilusionante la iniciativa que hace unos días lanzó en Italia el intelectual y periodista Michele Serra.
En las próximas elecciones, tanto las de mayo como las de diciembre, la ciudadanía que vaya a votar, por encima de 25 millones, no se va a poder llamar a engaño ya que esta vez sí lo hará consciente de a quién y qué vota.
Debo reconocer que cuando a eso de las 10 de la mañana del lunes de pascua, he escuchado al cardenal camarlengo, Kevin Farrell (por cierto irlandés) la fatídica frase de que “Francisco había muerto”, he sentido una profunda tristeza desde mi ateísmo no militante.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, ha inaugurado el evento que designa a Murcia como capital de la Economía Social. En este acto, destacó que la Economía Social puede redirigir la actividad económica hacia el bien común, promoviendo un modelo sostenible basado en cooperación y justicia social. Con más de 2.500 empresas y 100.000 empleados en la región, Murcia busca visibilizar este modelo económico que representa aproximadamente el 10% del PIB español. Durante los próximos meses, se llevarán a cabo diversas actividades para fomentar y dar a conocer las ventajas de la Economía Social, que combina eficiencia económica con equidad y sostenibilidad.
“El Gobierno de Pedro Sánchez, durante estos casi 5 años y medio ha trabajado por y para el cumplimiento de todos y cada uno de los artículos de la Constitución y el nuevo Gobierno va a seguir trabajando con un único objetivo la igualdad, la solidaridad y, en definitiva, por el derecho de todos y de todas los españoles”.