Al menos 11 niños han muerto en un ataque con drones contra una mezquita en Al Fasher, Darfur del Norte, durante las oraciones del Fajr. Este ataque ha dejado a muchos menores heridos y ha causado un gran impacto en la comunidad de desplazados internos. La violencia en la región ha llevado a un asedio prolongado, limitando el acceso a alimentos y atención médica para los niños. UNICEF condena estos ataques y exige la protección de la infancia, instando a todas las partes involucradas a cumplir con el derecho internacional humanitario.
Una cuarta parte de la humanidad, más de dos mil millones de personas, carece de acceso a agua potable segura, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Mundial de la Salud. Las desigualdades son más evidentes en los países menos desarrollados, donde las poblaciones rurales, los niños y las minorías étnicas enfrentan mayores dificultades. Además, 3.4 mil millones de personas no tienen acceso a instalaciones sanitarias adecuadas, lo que agrava problemas de salud y marginación social. La ONU advierte sobre la necesidad urgente de acelerar acciones para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible antes de la fecha límite establecida.
Las necesidades humanitarias en Myanmar tras el reciente terremoto aumentan cada hora, con familias enfrentando escasez crítica de agua potable, alimentos y suministros médicos. Las condiciones son extremadamente difíciles para los equipos de ayuda, que operan sin electricidad ni saneamiento y duermen a la intemperie. Unidades internacionales de rescate de países como China, India, Rusia, Tailandia y Bangladesh están colaborando con los equipos locales para brindar asistencia.
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La población de Ciudad de Gaza enfrenta una difícil decisión entre quedarse y soportar una ofensiva militar o abandonar todo e intentar trasladarse al sur. Jacob Granger, coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras, destaca que las condiciones son extremadamente precarias, con escasez de alimentos, agua y acceso a servicios médicos. La presión del gobierno israelí ha reducido la presencia de actores humanitarios en la zona, complicando aún más la situación para los residentes. Con un aumento en los bombardeos y el avance de tropas terrestres, muchos se ven obligados a elegir entre refugiarse en condiciones inseguras o arriesgarse a desplazarse hacia el sur, donde no hay suficiente espacio ni recursos para recibir a más personas. Las necesidades humanitarias son abrumadoras y la comunidad internacional debe garantizar el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza.
La grave crisis humanitaria en Gaza se agrava, ya que solo el 40% de las instalaciones de producción de agua potable están operativas. Sin combustible, estas instalaciones podrían dejar de funcionar en pocas semanas, lo que pone en riesgo la vida de los niños y la población en general. La falta de alimentos y agua ha llevado a muchos a arriesgar sus vidas para obtener suministros de ayuda. La situación es crítica y requiere atención urgente.
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