El británico defenderá el número uno del mundo en búsqueda de su primer título de Maestro mientras que Murray sigue obligado a superarse para retener el trono mundial que ostenta desde el pasado siete de noviembre tras el Masters 1.000 de París.
Tras la remontada de más de 8.000 puntos en la segunda mitad de la temporada, ahora se le exige al escocés vencer al campeón las cuatro últimas ediciones en O2 de Londres y número uno del mundo las 122 semanas anteriores a la del 7-N.