Médicos Sin Fronteras (MSF) ha decidido suspender temporalmente sus actividades en Mocímboa da Praia, Mozambique, debido al aumento de la violencia en la región. Esta decisión se produce tras una serie de ataques armados que han afectado gravemente a la población civil y han dificultado el acceso a servicios médicos. MSF hace un llamado a los actores armados para que protejan a la población y al personal humanitario. La situación en Cabo Delgado es crítica, con cientos de miles de personas que requieren asistencia médica urgente. La suspensión incluye servicios esenciales como urgencias y maternidad en el Hospital Distrital de Mocímboa da Praia.
En un contexto de creciente violencia en el norte de Mozambique, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha decidido suspender temporalmente sus actividades en Mocímboa da Praia. Esta medida se toma tras los recientes ataques que han afectado gravemente la seguridad y la capacidad de ofrecer servicios médicos en la región.
La organización humanitaria ha hecho un llamado a todos los actores armados para que garanticen la protección de la población civil, del personal humanitario y de las instalaciones médicas ante la escalada de violencia. “Estamos profundamente preocupados por el impacto directo que tiene esta situación en el acceso a atención médica”, afirmó Víctor García Leonor, responsable de operaciones en Mozambique.
Desde principios de septiembre, Mocímboa da Praia ha sido escenario de múltiples incursiones armadas, donde hombres armados han asesinado y herido a civiles, además de amenazar a la población y saquear bienes. Estos ataques han llevado a miles de personas a huir de sus hogares, generando una crisis humanitaria significativa.
A partir del 26 de septiembre, MSF ha suspendido todas sus actividades médicas en esta localidad, que incluían servicios esenciales como urgencias y maternidad en el Hospital Distrital. La decisión también afecta al apoyo psicosocial y a las actividades realizadas por trabajadores comunitarios en áreas remotas. Los pacientes que requieren atención especializada están siendo derivados a centros más seguros en Pemba y Mueda.
A pesar de las dificultades, MSF reafirma su compromiso con la población de Cabo Delgado. En lo que va del año 2025, la organización ha tenido que interrumpir sus actividades médicas en varias ocasiones debido a la inseguridad. “Reanudaremos nuestras operaciones tan pronto como podamos garantizar un entorno seguro para nuestro personal”, aseguró García Leonor.
El distrito de Mocímboa da Praia alberga entre 150.000 y 200.000 habitantes y ha sido testigo de un aumento alarmante en los niveles de violencia desde el inicio del conflicto en 2017. Las recientes agresiones son consideradas las más graves en años, exacerbando una situación ya crítica para las comunidades locales.
Las comunidades enfrentan recortes significativos en financiación humanitaria y una presión creciente sobre el sistema sanitario local, debilitado por años de conflicto y desastres naturales. Actualmente, alrededor de 430.000 personas siguen desplazadas internamente, muchas viviendo con miedo e incertidumbre.
“Instamos a todos los actores armados a proteger a los civiles y garantizar el acceso seguro a atención médica”, concluyó García Leonor. La situación sigue siendo crítica para aquellos atrapados en medio del conflicto, quienes necesitan urgentemente asistencia médica y protección.
Cifra | Descripción |
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430,000 | Personas desplazadas internamente en Cabo Delgado. |
150,000 - 200,000 | Población estimada del distrito de Mocímboa da Praia. |
4,757 | Número acumulado de personas desplazadas de Mocímboa da Praia a fecha de 23 de septiembre de 2025. |
100,000 | Consultas ambulatorias realizadas por MSF en el primer semestre de 2025. |
Las actividades se suspenden debido al aumento de la violencia en la región, lo que dificulta proporcionar servicios médicos de manera segura.
MSF ofrecía servicios como sala de urgencias, maternidad, apoyo psicosocial y salud mental, así como atención médica general y derivación de pacientes a otros centros.
El recrudecimiento de la violencia ha llevado a muertes y sufrimiento evitables, dificultando el acceso a la atención médica para cientos de miles de personas que necesitan asistencia urgente.
MSF hace un llamamiento a todos los actores armados para que garanticen activamente la protección de la población civil, el personal humanitario y las instalaciones médicas frente a la violencia continua.
Aproximadamente 430.000 personas siguen desplazadas internamente en Cabo Delgado debido al conflicto y la violencia persistente.