Un nuevo acuerdo de la ONU promete transformar el comercio internacional al introducir un documento único para el transporte multimodal de mercancías. Esta Convención sobre Documentos Negociables de Carga permitirá que productos en tránsito sean vendidos o redirigidos, aumentando la flexibilidad y reduciendo costos logísticos. La iniciativa es especialmente beneficiosa para países en desarrollo y sin litoral, facilitando su integración en el comercio global. Se espera que la convención entre en vigor tras la ratificación por diez países, con una ceremonia de firma programada para 2026 en Ghana.
La Convención de la ONU sobre Documentos Negociables de Carga ha sido un avance significativo en el ámbito del comercio internacional, al introducir un documento único aplicable a diversos modos de transporte, incluyendo trenes, camiones y aviones. Este nuevo sistema permite realizar modificaciones logísticas en mercancías que ya se encuentran en tránsito, lo que representa una transformación en la manera de gestionar la carga valiosa.
Según Anna Joubin-Bret, secretaria de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), este desarrollo marca un “verdadero punto de inflexión para el comercio internacional”. El nuevo documento es completamente electrónico, multimodal y negociable, lo que facilita su uso en diversas circunstancias.
Tradicionalmente, los documentos de transporte negociables se han utilizado principalmente para mercancías marítimas, donde los trayectos pueden extenderse por semanas. Productos como el petróleo o el cacao suelen cambiar de dueño mientras están en alta mar debido a las fluctuaciones del mercado. Sin embargo, las mercancías transportadas por carretera, ferrocarril o aire generalmente se asignan a un único comprador y destino, limitando así la flexibilidad y las opciones financieras disponibles.
James Hookham, director del Foro Global de Cargadores, ilustró esta situación con un ejemplo hipotético: un envío que parte desde Brasil hacia Paraguay podría ser redirigido a Azerbaiyán si surge un comprador dispuesto a ofrecer un mejor precio durante el trayecto. “Es casi como tachar la dirección en un sobre después de que ya ha sido enviado”, comentó Hookham.
Esta flexibilidad se vuelve crucial a medida que emergen nuevos corredores comerciales en Asia Central y África. La convención permite mantener la mercancía activa en el mercado incluso si se acerca la fecha límite para su venta. Hookham también destacó cómo factores como la inestabilidad arancelaria y fenómenos meteorológicos extremos impactan negativamente en las rutas comerciales globales.
El objetivo principal de esta convención es reducir los riesgos asociados tanto para bancos como para transportistas al establecer normas claras sobre la propiedad de la carga durante todo el proceso. Esta certeza jurídica fomenta una mayor disposición por parte de las instituciones financieras a respaldar operaciones comerciales y ayuda a evitar disputas relacionadas con la entrega incorrecta de mercancías.
La convención será especialmente beneficiosa para países sin litoral y aquellos en vías de desarrollo, facilitando su integración al sistema comercial mundial y contribuyendo a la reducción de costos. Ya se han manifestado intereses por parte de naciones africanas y centroasiáticas, así como grandes potencias comerciales como China, que ha estado involucrada en este proceso desde 2019.
El 15 de diciembre pasado, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que respalda esta convención. Se prevé una ceremonia de firma para mediados de 2026 en Accra, Ghana. El tratado entrará en vigor una vez que diez países lo ratifiquen.
Es un acuerdo que crea, por primera vez, un documento único que puede utilizarse para trenes, camiones y aviones, permitiendo realizar cambios logísticos para mercancías en tránsito.
La convención permitirá mayor flexibilidad en el transporte de mercancías, facilitando su venta o redirección durante el trayecto, lo que representa un punto de inflexión para el comercio internacional.
El sistema proporcionará normas jurídicas claras sobre la propiedad de la carga, reducirá riesgos para bancos y transportistas y facilitará la integración de países sin litoral y en desarrollo al sistema comercial mundial.
La convención entrará en vigor una vez que diez países la ratifiquen. Se prevé una ceremonia de firma para la segunda mitad de 2026 en Accra, Ghana.
Los países sin litoral y en desarrollo serán los principales beneficiarios, ya que les ayudará a integrarse más en el sistema comercial mundial y a reducir costos.