Ucrania ha sufrido una nueva oleada de ataques aéreos rusos, resultando en al menos 12 muertes y numerosos daños en viviendas, especialmente en las ciudades de Kiev y Zaporiyia. La ofensiva, que incluyó el uso de aproximadamente 600 drones y misiles, se extendió durante doce horas. La ONU ha alertado sobre el peligro para la seguridad nuclear tras la explosión de un dron cerca de la central nuclear de Zaporiyia. Con la llegada del invierno, los ataques continúan afectando la infraestructura energética, dejando a miles sin electricidad y aumentando las necesidades humanitarias en el país.
Ucrania ha sido objeto de una intensa ofensiva aérea por parte de Rusia, que se extendió hasta la madrugada del lunes, dejando un saldo trágico de al menos doce víctimas mortales, entre ellas una adolescente. Este ataque masivo se prolongó durante aproximadamente doce horas e involucró cerca de 600 drones, 46 misiles de crucero y cinco cohetes, según informaron las autoridades ucranianas.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) confirmó el impacto devastador del ataque, señalando que «se han perdido más vidas (…) más viviendas han sido afectadas (…) y hay menores entre las víctimas». Las regiones más afectadas incluyen áreas densamente pobladas como Kiev y Zaporiyia, donde se reportaron daños significativos en hogares y servicios públicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también reportó que un centro cardiológico en Kiev resultó impactado durante los ataques, lo que provocó la muerte de dos personas. La situación es alarmante no solo por las pérdidas humanas, sino también por el daño a infraestructuras esenciales.
En cuanto a la central nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo ocupación rusa, esta sigue operando con generadores de emergencia tras perder su suministro eléctrico externo en diez ocasiones. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha indicado que la planta tiene combustible suficiente para al menos diez días y mantiene comunicación con ambas partes para intentar restablecer el suministro eléctrico.
El OIEA ha alertado sobre los "peligros constantes" que enfrenta la seguridad nuclear tras el derribo reciente de un dron que detonó a solo 800 metros de la Central Nuclear de Ucrania del Sur. Un equipo del OIEA observó 22 drones en un periodo corto, algunos acercándose peligrosamente a medio kilómetro de la instalación. El director general Rafael Grossi advirtió: «La próxima vez podríamos no tener tanta suerte».
A medida que se aproxima el invierno, los ataques rusos continúan impactando gravemente la infraestructura energética del país, dejando a miles sin electricidad. Durante el primer semestre de 2025, la ONU y sus socios brindaron asistencia a 2,4 millones de personas; sin embargo, las necesidades reales son considerablemente mayores.
El Plan de Respuesta Invernal 2025-2026 requiere un financiamiento total de 280 millones de dólares, pero actualmente solo cuenta con el 40% necesario. Los trabajadores humanitarios están centrando sus esfuerzos en cuatro prioridades clave: asistir a residentes vulnerables en primera línea, apoyar evacuaciones, brindar ayuda post-ataque y asistir a desplazados internos.
A pesar de estos desafíos, la OCHA ha destacado que la ayuda continúa fluyendo hacia otras regiones del país, especialmente en el oeste y centro de Ucrania.
Cifra | Descripción |
---|---|
12 | Muertos reportados en el ataque, incluida una adolescente. |
600 | Drones utilizados en el ataque. |
46 | Misiles de crucero lanzados durante el ataque. |
5 | Cohetes lanzados durante el ataque. |
280 millones de dólares | Costo del Plan de Respuesta Invernal 2025-2026. |
Se reportaron al menos doce fallecidos, incluida una adolescente.
El ataque involucró cerca de 600 drones, 46 misiles de crucero y cinco cohetes.
Las regiones densamente pobladas de Kiev y Zaporiyia fueron las más atacadas, con destrucción o daños en hogares y servicios públicos.
La central nuclear de Zaporiyia continúa operando con generadores de emergencia para sus seis reactores apagados. El OIEA indicó que la planta tiene combustible para al menos diez días.
Los ataques rusos continúan afectando la infraestructura energética, dejando sin electricidad a miles de personas, especialmente con la llegada del invierno.
Los trabajadores humanitarios se enfocan en asistir a residentes vulnerables, apoyar evacuaciones, brindar ayuda post-ataque y asistir a desplazados internos.