Él se llamaba Ricardo A. A. No podía más con el estado de salud de su esposa, María de los Ángeles P. R.
El autor confeso de la muerte ha dejado una carta a sus hijos. En ella les pide perdón.
Tras cometer el asesinato, el hombre ha llamado a un hijo. Le ha dicho que acababa de hacer "algo muy malo". Los familiares no han tardado en llegar a la vivienda. Era demasiado tarde.
La mujer se encontraba asfixiada encima de la cama. Él se había ahorcado. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvarles.