La FAPE señaló en un comunicado que "ante las quejas que estamos recibiendo, tanto de nuestras asociaciones, de nuestros asociados y colegiados, como de diferentes entidades ciudadanas", hace un llamamiento a medios y periodistas a respetar el Código Deontológico de la federación, que señala que en las informaciones que “medien elementos de dolor o aflicción en las personas afectadas, el periodista evitará la intromisión gratuita y las especulaciones innecesarias sobre sus sentimientos y circunstancias”.
La FAPE quiere recordar el tratamiento riguroso que exige un caso tan delicado y aunque reconoce la dificultad de conjugar el derecho a la información y el respeto a las víctimas, destaca la importancia de aspectos como la formación y la conciencia, "valores añadidos que debe aportar el periodismo. Máxime, cuando la realidad diaria enfrenta al profesional a la presión de captar audiencia y a actuar a la velocidad que marca la actual sociedad de la información, pero estos condicionantes no deben apearnos del respeto a la dignidad de los afectados".
"El sensacionalismo, el morbo o la difusión de imágenes que nada aportan a la información pueden ocasionar pérdida de credibilidad, que constituye el valor que aporta el periodismo a la sociedad", añade el comunicado.
Esta federación apela a la autorregulación de los profesionales y de los medios informativos y recuerda la existencia de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, "constituida como órgano de autocontrol interno de la profesión periodística y que vela por el cumplimiento del Código Deontológico de la FAPE".