Rajoy se pronunció en estos términos en un discurso ante los efectivos españoles del Ejército del Aire desplegados en Estonia para contribuir a la misión disuasoria de la OTAN que protege el espacio del Báltico de una eventual amenaza de Rusia, a quienes felicitó por una labor que le llena de "orgullo y honor como español".
"Sepan que más de un millón de estonios están más seguros cada vez que nuestros cazas patrullan el espacio aéreo de soberanía", según señaló el jefe del Ejecutivo, consciente de que el "esfuerzo" de este contingente "no consiste únicamente en las horas de vuelo", sino que detrás de ello "hay muchas jornadas de alerta, de trabajo dedicado al mantenimiento de aviones y equipos y a operar complejos sistemas de vigilancia".
Para Rajoy, este "sacrificio" de los 130 efectivos destacados en Armani convierte a la misión de la OTAN en la que participa España desde 2006 en un "éxito", ya que se contribuye a una Europa y una España "cada vez más seguras". "No quiero dejar de recordar que aquellos que velan por nosotros constantemente para que podamos disfrutar del estado de bienestar y el desarrollo económico que tenemos hoy son ustedes", reconoció.
"Como saben, Estonia es uno de los países de la Alianza más alejados de España y hay quien podría pensar que también alejado de nuestros intereses nacionales. Yo les digo que no es así. Y que nuestros intereses de seguridad están también en la solidaridad con nuestros aliados y en el cumplimiento de nuestros compromisos internacionales", destacó.
Se despidió, en nombre de todos los españoles, deseando "lo mejor" a las tropas españoles en el mes y medio que les queda de misión. "Muchísimas gracias por lo que hacen por el bien de los españoles y los europeos", dijo en el destacamento en el que pronunció su discurso, al lado de uno de los cinco cazas F-18 que vigilan el espacio aéreo soberano.
Rajoy aterrizó en la base aérea pasadas las 14.45 horas (13.45 en España) y en compañía de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; su jefe de Gabinete, Jorge Moragas; y la embajadora española en Estonia, Teresa Orjales, conoció a través del teniente coronel jefe del destacamento Ámbar la labor de los militares españoles.
Tras la tradicional foto de familia, el jefe del Ejecutivo charló durante unos minutos con los militares, preguntándoles su lugar de procedencia y cómo llevaban la misión. Además, Rajoy aprovechará esta visita para reunirse hoy con el primer ministro de Estonia, Jüri Ratas, que desempeña la actual Presidencia de turno de la Unión Europea (UE).
Esta es la primera misión a la que Rajoy acude en la XII Legislatura y la sexta desde que es presidente del Gobierno, tras visitar en 2012 las tropas destacadas en Afganistán, en 2013 las de Yibuti y en 2015 las de Mali, Senegal y Turquía.
Mañana, el presidente español se desplazará a Letonia para conocer las labores de los efectivos españoles del Ejército de Tierra y mantendrá una entrevista con el primer ministro de este país, Maris Kucinskis.
De esta forma, pretende conocer de primera mano las labores que desarrollan el Ejército del Aire y el Ejército de Tierra en estos despliegues a través de dos misiones que las tropas españolas llevan a cabo en el marco de la OTAN y como apoyo a los países bálticos.
El despliegue de la base aérea de Amari corresponde a la rotación de la Policía Área Báltica que España ocupa desde el 3 de mayo hasta el 31 de agosto. Esta es la cuarta rotación en la que España patrulla el espacio aéreo de los países bálticos y, en concreto, la segunda en Estonia.
Los aviones F-18 de la Base Aérea de Zaragoza protegen el espacio aéreo de soberanía de los Estados bálticos al no disponer éstos de recursos suficientes para llevar a cabo esta labor, además de contribuir al tránsito seguro del tráfico aéreo de un área de entre 60.000 y 80.000 kilómetros cuadrados.
En 2004, con la incorporación de los Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) a la OTAN, se acordó hacer frente a posibles interferencias de terceros países en el espacio aéreo de soberanía de los miembros de la Alianza Atlántica, y en la actualidad España participa en esta operación, denominada 'Baltic Air Policing', con un despliegue de cinco cazas F-18 y 128 efectivos de la Base Aérea de Zaragoza.
Según explicaron a Servimedia fuentes militares, en este contingente hay nueve pilotos y el resto es personal de mantenimiento, apoyo, secretaría y jefatura de esta misión, que trata de identificar cualquier aeronave que intente de una forma no legal introducirse en aguas del espacio aéreo de la OTAN, ya sea rusa o de otro país.
Los pilotos hacen cuatro vuelos al día, en dos periodos con dos aviones, que les sirven de entrenamiento. No obstante, en algunos casos se les ha derivado a misiones reales porque algún avión externo entraba o se aproximaba al espacio aéreo de la Alianza Atlántica.
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